la vida de un músico


Para un artesano de la emoción -admirador de Henry Mancini- como lo es Mario De Benito, el cine era cuestión de tiempo. Tras cursar estudios musicales en Madrid, A solas contigo y Eduardo Campoy fueron a su encuentro en 1990.

 Veinticinco años después y con más de noventa créditos a su espalda, De Benito presume de ser un compositor comprometido en plasmar sus sentimientos en la obra de otro. De ese modo, ha contribuido decisivamente a retratar una exitosa nueva etapa del cine español en estas últimas décadas de la mano de cineastas del prestigio de Gonzalo Suárez (La reina anónima - 1992), Daniel Calparsolo (A ciegas- 1997), Alfonso Ungría (El deseo de ser piel roja - 2002) Carlos Iglesias (Un Franco 14 pesetas - 2006) y, especialmente, de Enrique Urbizu (La caja 507 - 2002, La vida mancha - 2003, No habrá paz para los malvados - 2011 - por la que obtuvo un premio CEC y fue nominado al Goya a la mejor banda sonora original), con el que forma un binomio indisoluble. 

Desde sus inicios, ha combinado su trabajo en el cine con bandas sonoras para la televisión, entre las que destacan Pepe Carvalho, Cuéntame, El capitán Alatriste, Gigantes y en la que está inmerso en estos momentos, Libertad.